El punto de inicio de esta ruta es la
plaza de San Marcos, centro estratégico
dentro del casco de Tegueste. Subimos
por la calle General Franco con
destino a la Placeta, donde tomamos
en primer lugar la calle de la izquierda
y a continuación, la de la derecha en el
cruce que nos encontraremos. Cruzamos
por el puente y llegaremos a una
Plaza que recibe el nombre de La Arañita,
reducto del primer asentamiento
de población en Tegueste. Seguimos
de frente por el camino de El Naciente,
hasta encontrar una subida pronunciada
a mano derecha con el nombre
de El Sardán. Al final de éste, comienza
el sendero que nos llevará hasta la
cima de La Degollada, fácilmente reconocible
porque encontraremos unos
pequeños muros de piedra colocadas
en forma circular.
El sendero no tiene dificultad y
transcurre por un entorno donde
predominan los arbustos (retamones,
inciensos,…) y el monte bajo, con
unas vistas excepcionales del valle de
Tegueste y todos sus alrededores du-
rante la mayor parte de la ascensión.
Se pueden observar especies de aves
como mirlos, canarios silvestres, cernÃcalos…,
con relativa frecuencia.
La Degollada, conocida por su tradicional
era, nos recuerda el pasado
no muy lejano en el que la agricultura
tenÃa vital importancia para la subsistencia
de los habitantes de la zona.
En este lugar emblemático, podremos
realizar un pequeño descanso, siempre
bueno a la hora de recuperar fuerzas.
Para continuar, nos dirigimos hacia
la casita antigua que encontramos
unos metros más arriba a la izquierda,
detrás de ella, se inicia la vereda que
nos conducirá hasta la Mesa de Tejina,
curiosa estructura geológica con
forma de pequeña llanura franqueada
por el barranco de Porlier en su vertiente
norte, en la que disfrutaremos
de una vista espectacular en todas las
direcciones. Debemos tener precaución
con el posible vértigo al ascender
por una zona de rocas que nos encontraremos.
Regresamos por donde hemos venido
hasta llegar de nuevo a La Degollada,
lugar en el que cogemos a la izquierda
en dirección Norte, un sendero
que baja, y que nos llevará zigzagueando
en dirección a Bajamar atravesando
bellos barrancos como el de Porlier o la
Goleta. Podremos también apreciar
con claridad, los contrastes de vegetación
existentes, dependiendo de la
orientación respecto al viento (barlovento
y sotavento) de las montañas y
la importancia de los recursos hÃdricos,
más notoria en la época invernal en
la que hallaremos agua en casi todos
los cauces de los barrancos. Tendrá la
posibilidad de disfrutar de unas vistas
magnÃficas durante todo el descenso,
especialmente en un saliente señalizado
con unas piedras conocido como
“Mirador del Guaydilâ€. La presencia de
especies como el “aguililla†o el cernÃcalo,
nos deleitará durante este trayecto
con su majestuosa compañÃa.
A continuación, cruzaremos por el
cauce del barranco de La Goleta, donde
podremos disfrutar de uno de los
sÃmbolos de la laurisilva, el bicácaro,
flor especialmente bella y propia de
la zona, además de unos ejemplares
de tabaibas, cardones y juncos de un
porte impresionante.
Tras ascender un poco, llegaremos
a una bifurcación del sendero; tomaremos
a la izquierda para dirigirnos a
Bajamar. La vegetación se vuelve en
este último tramo de la ruta más árida
y propia de las zonas costeras, con
algunas viejas palmeras solitarias,
que ponen de manifiesto la posible
existencia de palmerales en tiempos
pasados.
Es indudable la importancia de este
sendero como camino tradicional de
trashumancia estacional para el desarrollo
de la actividad pastoril, asà como
de comunicación entre núcleos poblacionales
de montaña y costeros, en décadas
pasadas.
El final del sendero pasa proximo por
el antiguo bar de nombre Barremoto
(conocido bar de la zona), donde en un
par de minutos por un camino asfaltado,
conectamos con la Carretera General
de Punta del Hidalgo.
Concluiremos la ruta en Bajamar,
tomando a la derecha y atravesando
por la urbanización que nos encontraremos
enfrente, llegando de esta manera
al mar. Podremos comprobar la
abrupta belleza de la costa, junto con
los contrastes paisajÃsticos que se dan
en esta vertiente de la Isla y que en
esta ruta se han dejado sentir, ya que
vemos gran parte del recorrido que
hemos llevado a cabo.
Seguiremos hacia la derecha hasta
encontrar la parada de guaguas …….
¡La ruta ha valido la pena!